A lo largo de este artículo comentaremos las diferentes posiciones en las que se encuentran los candidatos y las empresas a la hora de poner su proyecto en el mismo sentido, ¿resulta tan difícil que ambas partes vean el mismo color?, ¿quién tiene la
última palabra?, y si hablamos del sector inmobiliario, ¿esto cambia?
La visión de las empresas
Tradicionalmente las empresas del sector inmobiliario, como en la mayoría de sectores, han tenido la decisión de elegir a las personas que trabajaran con ellos, quien de las múltiples personas que se inscriben en una oferta de empleo va a ser elegida.
Desde los departamentos de recursos humanos (RR.HH) se han utilizado frases como “no encaja usted en el proceso” “o “no es el perfil que buscamos”, esto se escucha continuamente. Si realizamos una primera lectura de esto no damos ni un mínimo margen para que el candidato, el cual opta por este proyecto, pueda tomar la decisión de escogerlo o rechazarlo, ahora bien ¿es esto así?
¿La empresa me elige a mi o yo a la empresa?
Tal y como comentábamos anteriormente, hoy por hoy se mantiene el concepto de que es la empresa quien elige al candidato. Planteemos la siguiente situación, me inscribo en una oferta de trabajo a la cual he optado, después de esto se ponen en contacto conmigo desde el departamento de RR.HH y me dicen que mi “perfil” les encaja y que les
gustaría reunirse conmigo para hacer una entrevista. Tras la entrevista me comentan que finalmente no he sido seleccionado para avanzar en el proceso. He aquí aquello que veníamos planteando desde el principio, el candidato no ha tenido la oportunidad de elegir si realmente quiere trabajar con nosotros puesto que se le ha descartado de este
proceso. Planteemos un segundo escenario en el que se llama al candidato que se ha inscrito en nuestra oferta a través de cualquier medio, le citamos para hacer una entrevista con nosotros donde se le presenta un proyecto, en este momento es necesario preguntarle si realmente le gusta lo que le presentamos, no solo si les gusta el proyecto sino también si nuestro “perfil” le encaja a esa persona.
Así pues, en algunas empresas y en algunos sectores si se presenta este escenario en el cual son los candidatos los que eligen a las empresas.
Un ejemplo de ello son algunas empresa del sector inmobiliario que vienen pisando fuerte y están cambiando laboralmente este sector, trabajar como agente inmobiliario está suponiendo una autentica revolución, tú eliges el proyecto y ellos te ayudan a desarrollarlo profesionalmente.
Dentro de este sector existen tres tipos de relaciones, la primera de ellas es la dependencia laboral, la segunda es independencia y la tercera es interdependencia.
Hablemos de esta última, relación de interdependencia, donde la empresa necesita de los servicios del asociado y el asociado necesita servicios de la empresa. Esto quiere decir que ya se ha generado un cambio en el paradigma laboral, y que ahora también son los candidatos quienes también tienen la posibilidad de decidir si quieren colaborar con esa
empresa o en su defecto prefieren hacerlo con otra.
Entonces, según lo que he leído, ¿en el sector inmobiliario las cosas han cambiado?
Si bien es cierto que no todas las organizaciones siguen esta línea, principalmente las agencias que desarrollan este modelo de interrelación son aquellas que buscan un equilibro entre ambas partes. No hablamos de un departamento de RR.HH puesto que por recursos humanos se entiende al candidato como un “recurso”, es decir, algo que se usa con un fin y se busca maximizar objetivos a través de él, por otro lado el capital
humano entiende a la persona como algo en constante desarrollo y que la empresa tienen que prepararlo, mantenerlo y retenerlo.
Es decir, hemos pasado de que aquel candidato que era un recurso humano de la empresa a potenciar el capital humano de la misma, convirtiendo a estos en agentes inmobiliarios en agentes de éxito